domingo, 8 de junio de 2014

MI HIJO NO COME DOCTOR PARTE II

MI HIJO NO COME DOCTOR
PARTE II
Dr. Jimmy Borja
Médico Pediatra
En la primera parte hablamos un poco sobre el hambre y el apetito y los distintos estereotipos por decir algo de los niños que no comen, ahora iremos desarrollando estos modelos para ir comprendiendo poco a poco el por que y sobre todo que debemos hacer en cada caso.
Un desarrollo afectivo emocional adecuado es muy importante a toda edad, pero sobretodo en la primera etapa del desarrollo de toda persona existen muchas maneras de enfocarlo desde la evaluación de periodo por J. Piaget, los estadíos del desarrollo de H. Wallon, o los estadios libidinales de S. Freud que establece una fase oral de 0 a 2 años donde el niño obtiene placer a través de la excitación bucal, succionando primero y mordiendo después, etapa en la que inicialmente podría darse la llamada Anorexia infantil en la que existe falta de apetito, rechazo a los alimentos, todo esto vinculado a relaciones perturbadas madre-hijo.
¿Anorexia infantil?
Este término para muchos padres puede causar sorpresa sin embargo existe, este tipo de anorexia es distinto a la que presentan en mayor grado las mujeres y que debutan en la adolescencia, sin embargo las consecuencias pueden ser estresante para muchos padres, dentro de las principales causas tenemos las:
1.       Psicológicas: cuando existe una relación conflictiva con la madre, o cuando hay algún miembro en la familia que también es anoréxico los niños grandecitos podrían imitar este tipo de conductas, así mismo en cualquier niño  la tristeza,  depresión son causa común de pérdida de apetito, la pérdida o alejamiento de algún familiar (por fallecimiento, trabajo o separación) conllevara a que el niño disminuya las ganas de comer.
2.       Orgánica: Cualquier enfermedad sea aguda o crónica en definitiva va a afectar el apetito de nuestros pequeños y también de cualquier persona adulta, se supone que una vez descubierta y tratada la enfermedad el apetito debería de retornar, por lo que es importante buscar si el niño está sufriendo alguna enfermedad como asma, infección urinaria, parasitosis, etc.  que conlleven a la reducción del apetito.
3.       Funcional. Un hábito alimenticio inadecuado (comer a deshora, bajo presión) niños que  después de los 6 meses se pasan lactando durante la noche con mucha frecuencia, inadecuada introducción de los alimentos, niños que después del año prefieren lactar más que comer, llevaran sin dudas a disminución del apetito.
Sueño y Apetito
Hace un tiempo atrás me di cuenta (y estoy seguro no he sido el único) que los niños que después de los 6 meses duermen bien comen estupendamente bien, a partir de  esta temprana edad el cerebro del niño ha logrado una madurez que le permitirá conciliar en forma adecuada el sueño reparador, y la pregunta siguiente sería ¿Cuántas horas debe de dormir un bebé mayor de 6 meses por la noche? la respuesta es aproximadamente 10 horas o quizás algo más, los niños que lactan con demasiada frecuenta en la noche por lo general son más irritables y tienen poco apetito y su crecimiento en talla se hace más lento y ¿Qué tiene que ver el sueño con el apetito y el crecimiento? Lo que ocurre es que durante el sueño se produce la hormona de crecimiento, y es en la fase del sueño profundo que esta hormona es liberada por el cerebro, el niño que se despierta ya sea una, dos o más veces no completa en forma adecuada todas las fases del sueño y sin lugar a duda su producción de hormona de crecimiento será muy pobre afectando el apetito y además la talla.
Acá les alcanzo algunos tips sobre el sueño (tema que tocaré con mayor amplitud en otro capítulo de mi blog):
·         Limitar la siesta a no más de tres horas por la tarde y que el niño esté despierto antes de las 4 pm.
·         Mantener el mismo horario de sueño en el niño (alguna mamá me comentaba que a veces su hijo se acuestan a media noche, otras veces a las 9 u  a otras horas, cosa que no debe de ser).
·         El baño por la noche relaja y ayuda al bebé a conciliar el sueño.
·         No debe de haber estímulos lumínicos en la habitación (luz encendida, televisor) que dificulte que el niño entre en sueño y ya que hablo de televisión un niño menor de dos años no debe ver en absoluto televisión y lo niños más grandecitos que la ven por lo menos dos horas antes de dormir no deben de ver nada.
Estoy seguro que con esta segunda parte de MI HIJO NO COME DOCTOR, los padres estarán tomando nota y aplicando algunas de las recomendaciones que acá les hago llegar, la próxima semana seguiré tocando este tema del apetito de los niños.


martes, 3 de junio de 2014

MI HIJO NO COME DOCTOR PARTE I





MI HIJO NO COME DOCTOR

PARTE I

Dr. Jimmy Borja Castro

Médico Pediatra

No sé cuántas veces he escuchado en los últimos años esta frase "mi hijo no come doctor", y creo hoy con certeza  que éste tipo de consulta junto con las ya conocidas enfermedades respiratorias, intestinales  o alérgicas está entre las principales causas de visita al pediatra. Es por la frecuencia e importancia de esta preocupación que decidí comenzar mi blog pediátrico tratando este tema que no solo se da acá en la ciudad donde resido  Arequipa en Perú sino también lo oí de  madres en la consulta en Barcelona España  donde también trabajé,  por lo que ahora pienso  ¿estamos hablando de una "epidemia global" de niños que no comen?

Los pequeños de hoy  no se parecen en absoluto en nada a los de hace unos 15 años  atrás, esto debido en parte que los niños ahora en muchos casos están por encima de todo y de todos, la autoridad ha cambiado, los padres se han vuelto muy permisivos con sus hijos en contraposición a la crianza que muchos  tuvieron pensando que quizás tuvieron una niñez  demasiado rígida, además hoy  son menos las mamás que se quedan en casa al cuidado de los chicos (debido a motivos profesionales o económicos porque la vida se ha vuelto más costosa  y ambos padres deben contribuir a sostenerla), por lo que los hijos quedan al cuidado de distintas personas durante los primeros años de su vida, una abuela o la otra, alguna tía con buena disposición,  diversas nanas durante distintas etapas de su infancia, y  otros infantes van más temprano a  las cunas y guarderías donde diversas personas se ocupan de ellos, ¿tendrá que ver todos estos cambios de la vida moderna con la actitud de muchos niños de no querer abrir la boca a la hora de comer?, considero que parte del problema radica en algo de  lo anteriormente mencionado.

Tratando de encontrar la punta de la madeja de este “problema” hay que precisar algunas cosas para poder despejar muchas dudas de las mamás así como esclarecer diversas situaciones relacionadas con el apetito de los pequeños. ¿El apetito y el hambre son lo mismo y si no lo son como se producen estos?,  ¿Un niño en un entorno afectivo emocional adecuado come mejor que otro en un ambiente familiar distinto?,  ¿El sueño está relacionado con el apetito? porque alguna vez una mamá me hizo el comentario que su hijo que tenía más de un año  de edad y  se la pasaba lactando toda la noche y al día siguiente no quería comer y en cambio el  hijo mayor de ella  misma a esa edad dormía toda la noche y comía sin problemas, otra mami  decía mi hijo tiene más de un año y medio pero prefiere lactar más que comer que hago ¿la lactancia materna prolongada y excesiva quita el apetito?, otra mamá me comentaba sobre su niño “conmigo no come pero con la empleada sí y eso me hace sentir muy mal”,  otra mamá contaba “se demora más de dos horas para terminar el plato ya me cansé de amenazarlo y solo cuando ve la correa come”, otra comentaba “mi pequeño sólo come con la televisión encendida o cuando le prometemos que le vamos a comprar un juguete nuevo, ya no sé qué hacer doctor”, ¿se debe premiar o castigar para estimular el apetito en los niños?, otra mamá me consultaba ¿ por qué su hijo comía bien hasta los tres años pero ahora que ya tiene cuatro le ha bajado el apetito?, otro era el caso de un niño que sufría de ataques repetidos de asma u otra niña con infección urinaria recurrente cuyos casos tratamos satisfactoriamente y como por arte de magia el apetito de ambos mejoró espectacularmente entonces ¿el estar enfermo afecta el apetito? y finalmente la mamá que buscaba la fórmula mágica y me decía que su  vecina le había  comentado que a una amiga un médico le había recetado un jarabe o vitamina  para el apetito y ahora el niño come de todo y quería que le recete algo igual por lo que la pregunta que cabría hacer es ¿existen los jarabes para él apetito?, estas son las principales  interrogantes y estoy seguro que la mayoría de mamás y papás se podrán encontrar en ellas, tratare en los párrafos siguientes ir despejando una a una las dudas que atormentan a nuestras mamás de hoy en día.

 

El Apetito

¿Es lo mismo  hambre que apetito?, muchas veces pueden confundirse estos términos sin embargo no son lo mismo, el hambre es una necesidad fisiológica vital, indispensable para nutrir nuestro cuerpo con micronutrientes  (vitaminas, minerales) y macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos), considerándose  un mecanismo de defensa que alerta a nuestro organismo cuando hay la necesidad de un nutriente.

El apetito (como la misma palabra lo dice apetecer, desear) es el deseo de comer por placer, interviniendo factores como sabores, olores, aspecto de los alimentos, que estimulan la necesidad de comer.  El hambre nos impulsa a satisfacer una necesidad de nutrientes cuando el organismo lo necesita y el apetito es el deseo de comer determinado por la presentación de los alimentos y el contexto en que se realiza la alimentación, interviniendo en esto último además aspectos afectivos emocionales.

Los mecanismos fisiológicos del hambre son múltiples y aún no están dilucidados del todo, pero mencionaré lo principal que se sabe hasta ahora al respecto:  los niveles de glucosa en sangre tienen relación con el apetito ya que niveles bajos nos inducen a tener hambre y comer, la sensación de un estómago vacío produce hambre y su distensión la sensación de saciedad,  niveles bajos de insulina  producen sensación de hambre (en las personas que se sospecha de diabetes tipo 1 en la que los niveles de insulina son bajos es típico la sensación de hambre permanente), las células del tejido graso llamadas adipocitos producen una hormona llamada leptina que envía señales al cerebro para decidir si se debe comer más o menos, niveles bajos de leptina incrementan el hambre. Existen otros estímulos externos como son el aspecto, olor y sabor de los alimentos que nos inducen al hambre o apetito, a quien no se le ha abierto el apetito al oler una rica comida o muchas veces al recordar un plato de comida de mamá. Hay otros muchos aspectos relacionados y de tiempo en tiempo se descubren nuevas sustancias químicas involucradas con el mecanismo del hambre, pero sin embargo prefiero dejar ahí  estos conceptos básicos sobre los mecanismos del hambre y seguir avanzando en otros aspectos de este importante tema en los siguientes blogs………..